El pasado martes 17 de diciembre de 2024, durante la Asamblea Ordinaria de Hermanos Mayores celebrada en la sede de la Agrupación, en la calle Isaac Peral de Córdoba, tuvo lugar un acto de gran significado para nuestra hermandad: la formalización de nuestro ingreso en la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Córdoba. Este acto, marcado en el punto 4 de la reunión, constituye un hito en la historia de la Hermandad de los Dolores de Alcolea.
El acto comenzó con la lectura del artículo del Reglamento de Régimen Interno que regula el procedimiento de admisión de las hermandades de nuevo ingreso. Seguidamente, el secretario de la Agrupación dio lectura al acta de la última Asamblea Ordinaria, celebrada el 13 de junio de 2024, en la que los hermanos mayores, por mayoría, decidieron admitir a nuestra hermandad como miembro de esta ilustre institución.
A continuación, fuimos recibidos por el presidente de la Agrupación, D. Manuel Murillo Estévez, quien nos dirigió unas cálidas y acogedoras palabras de bienvenida. Estas palabras, cargadas de fraternidad, fueron el preludio de un acto cargado de emoción y solemnidad.
El siguiente paso fue la firma de tres copias de un acta que certifica nuestro ingreso, una de las cuales quedará en el archivo de nuestra hermandad. Las firmas fueron estampadas por D. Manuel Murillo Estévez, presidente de la Agrupación, José Antonio Fernández García, secretario de la Agrupación, y D. Francisco José Morera Villa, nuestro hermano mayor.
Concluyó el acto nuestro hermano mayor, D. Francisco José Morera Villa, quien dirigió unas sentidas palabras de agradecimiento a la Asamblea, poniendo a disposición de todas las hermandades y de la propia Agrupación los servicios de nuestra hermandad.
El recibimiento de la Asamblea fue caluroso y se plasmó en un largo aplauso que expresó el apoyo y la acogida de los presentes.
Desde la Hermandad de los Dolores de Alcolea, queremos agradecer a la Agrupación por la impecable organización de este acto solemne y cargado de buena voluntad, así como por el cálido recibimiento que nos brindaron. Este momento, sin duda, marcará un antes y un después en nuestra historia, y nos llena de esperanza e ilusión para trabajar junto a las demás hermandades en beneficio de nuestra ciudad y de nuestra fe.
¡Gracias a todos por hacer posible este gran paso en nuestra hermandad!