Si bien la Semana Santa 2020 no será recordada por los estrenos de ninguna hermandad, sí que queremos con esta pequeña entrada reflejar lo que en nuestra cofradía teníamos previsto y que tendrá que esperar un año más para ser visto en la calle.
En esta ocasión no se ha tratado de un estreno como tal, pero sin duda el valor de lo ejecutado bien supera muchos otros estrenos. Mañana, Viernes Santo, de no haberse producido la pandemia que nos impide hacer estación de penitencia, el paso de palio de María Santísima de los Dolores estrenaría la restauración total de su candelería, incluyendo el plateado de cada una de sus cincuenta y seis piezas.
La candelería de la hermandad de los Dolores está compuesta por cincuenta y seis piezas que van desde los 36 a los 90 centímetros, siendo estas últimas las que se sitúan junto a nuestra Titular en el paso. Las primeras 30 piezas fueron realizadas en los talleres de Ramón León, de Sevilla, herederos del insigne orfebre Ramón León Peñuelas. Del inventario de la hermandad sabemos que las restantes piezas fueron adquiridas entre el año 2000 y 2012, si bien, a falta de consultar parte de nuestros archivos, el redactor de esta noticia no ha podido confirmar que sean obra del mismo taller.
El paso de los años y el uso continuo de las piezas tanto bajo el palio como en cultos, hizo recomendable un arreglo de todas estas piezas. Sin embargo, la situación económica de la hermandad, afrontando los primeros años de pago de hipoteca, hacía desaconsejable una restauración que debía esperar.
En este contexto, y mientras nos ayudaba en algunos de los múltiples montajes como acostumbra, nuestro hermano Fran Cerezo se compromete el año pasado a esta restauración y plateado completo a modo de donación y ofrenda a nuestra Virgen.
Así, a día de hoy la candelería de los Dolores luce totalmente restaurada y recién plateada, habiendo sida estrenada una pequeña parte de ella en los cultos en honor del Santo Cristo de las Cinco Llagas que celebramos hace ahora un mes.
Nuestro más profundo agradecimiento a FRANCISCO CEREZO SÁNCHEZ, cuya familia desde siempre ha colaborado de forma desinteresada con la hermandad de los Dolores y que, una vez más, vuelve a hacerlo con esta restauración.
